Toxina botulínica como tratamiento para la espasticidad por parálisis cerebral.

La toxina botulínica A es producida por el microorganismo Clostridium botulinum. Esta toxina se utiliza para tratar varias condiciones médicas, tales como la incontinencia urinaria, hiperhidrosis y también para fines estéticos, por ejemplo, para eliminar las arrugas.
Se ha encontrado que a dosis adecuadas, esta toxina ayuda a pacientes con espasticidad por parálisis cerebral. Las dosis que se aplican generalmente varían dependiendo del peso del niño, del tamaño del músculo, el grado de espasticidad y de la marca que se utilice. Es muy importante que la dosis sea determinada por un médico especialista.
La manera en que funciona esta toxina es impidiendo que se liberen unas vesículas de acetilcolina en las uniones neuromusculares de los músculos afectados. De esta manera, los músculos se relajan. Cabe mencionar que el objetivo de aplicar la toxina no es aumentar la fuerza muscular, sino relajar el músculo para facilitar el movimiento del mismo y que puedan tener más funcionalidad los miembros en donde el tratamiento es aplicado. La toxina normalmente comienza a hacer efecto en los primeros cinco días posteriores a la aplicación y tiene una duración aproximada de tres a seis meses. Esto depende de cada paciente.
Algunos beneficios de la infiltración de la toxina botulínica en los músculos son que el paciente pueda caminar con o sin asistencia, que pueda mejorar sus actividades diarias, mejorar su higiene, aliviar el dolor, retrasar cirugías, entre otros. También, durante el tiempo en que tiene efecto la toxina, los pacientes pueden recibir otro tipo de terapias físicas como rehabilitación. Esto les ayudará aún más a controlar los movimientos de los miembros afectados por la parálisis cerebral.
Como todo medicamento, la toxina botulínica A puede provocar algunos efectos secundarios adversos, aunque en general es bien tolerada por los pacientes. Algunos efectos son dolor en el lugar de la inyección, hematomas, malestar general los días posteriores a la inyección, y en ocasiones no frecuentes, alteraciones en el sistema nervioso y reacciones alérgicas.
Cabe mencionar que la toxina botulínica A no está aprobada por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) para el tratamiento de espasticidad en parálisis cerebral; sin embargo, desde hace más de 20 años ha sido utilizada por médicos especialistas para relajar los músculos afectados por la espasticidad en menores de edad. Existen numerosos estudios que demuestran que, efectivamente, este tratamiento reduce la espasticidad, facilitando el movimiento muscular y dando una mejor calidad de vida al paciente.
Por esta razón y por la seguridad de los pacientes, la toxina botulínica A debe ser inyectada por un médico especialista con experiencia aplicando este medicamento. Esto es muy importante, ya que la toxina se administra directamente en los músculos afectados, por lo tanto, deben ser identificados con precisión. Un médico especialista los puede identificar ya sea por localización anatómica por referencias, por electromiografía o ecografía muscular.
En Grupo Médico Axis, contamos con un programa para menores con parálisis cerebral espástica en donde ofrecemos tratamiento con la toxina botulínica A. El programa es dirigido por una doctora especialista en medicina física y rehabilitación, con amplia experiencia aplicando la toxina en estos pacientes. Si desea más información sobre el programa o tiene alguna duda, por favor llámenos al (81) 53 50 33 48 o escríbanos un correo a infopacientes@grupomedicoaxis.com
Referencias
Hospitales Nisa. La toxina botulínica en el tratamiento de la espasticidad. 13 de Mayo de 2013. <http://www.neurorhb.com/blog-dano-cerebral/la-toxina-botulinica-en-el-tratamiento-de-la-espasticidad/#more-2320>.
Hospitales Nisa. La toxina botulínica en niños con parálisis cerebral y otras lesiones neurológicas. 22 de Abril de 2014. <http://www.neurorhb.com/blog-dano-cerebral/la-toxina-botulinica-en-ninos-con-paralisis-cerebral-y-otras-lesiones-neurologicas/>.
National Institute of Neurological Disorders and Stroke. Parálisis cerebral: esperanza en la investigación. 22 de Diciembre de 2010. <http://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/paralisiscerebral.htm#12>.
Póo, P., y otros. «Toxina botulínica en la parálisis cerebral infantil.» Revista de neurología 1 (2008): 21-24.