Riesgos en la carne asada

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Riesgos en la carne asada

February 26, 2018 Articulos y Noticias 0

La carne asada ha sido un ritual para las familias norteñas de nuestro país. En un partido de futbol, una reunión con la familia y  amigos, o simplemente porque es fin de semana es una buena excusa para hacer “chillar el asador” pero aunque esta práctica parezca inofensiva podría causarnos con el tiempo mucho daño. La Nutrióloga Myrna Del Toro señaló en una entrevista para un periódico de Coahuila que “la carne asada tarda más en digerirse, pues los compuestos de las aminas que son derivados de los amoniacos duran más tiempo en el estómago y esto provoca la predisposición, ya que son células cancerígenas.”

Cabe resaltar que el consumo de carne asada no es sinónimo de cáncer. Influyen muchos factores que potenciarían la aparición de algún cáncer como lo que bebemos, si es que fumamos después de la comida… pero más importante aún la manera en que la preparamos. De esto hablaremos a continuación: Los peligros a la alta exposición al humo de carbón.

El carbón debe de ser utilizado con algunas medidas de seguridad. Por su polvo tan fino y ligero si se está en contacto frecuente con él y se inhala directa o indirectamente puede llegar hasta los pulmones, y si llega en altas concentraciones impide el proceso de limpieza de los mismos e interferiría con la función pulmonar; por su parte, sí el del humo se inhala en lugares que no están completamente abiertos por tiempos prolongados puede llegar hasta causar enfisema pulmonar, los primeros síntomas de grandes exposiciones al humo son resequedad en la garganta, inflamación de la mucosa y sensación de asfixia.  También a la larga pudiéramos exponernos a adquirir alguno de los siguientes canceres entre los que figuran de esófago, de estómago, colon y pulmones.

Sin embargo podemos tomar algunas medidas muy sencillas para no poner en riesgo nuestra salud como esperar que estén las brasas listas, reducir el tiempo en la parrilla, adobar la carne (esto ayuda a proteger y reduce la formación de compuestos peligrosos), retirar la carne quemada pues seguramente tiene toxinas, evitar las llamaradas, retirar la grasa de parrilladas pasadas y evitar rociar algún sazonador o jugo que esparza los residuos de las brasas. Todo esto para evitar la ingesta de toxinas.